Me Enamoré en París


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El film de Christophe Barratier, el mismo director de Los Coristas, nos transporta a 1936, época de tensiones sociopolíticas de una clase obrera que lucha por sus derechos en medio de protestas sindicalistas. Nos situamos en Faubourg, barrio parisino habitado por huelguistas proletarios, donde se encuentra el Chansonia, teatro music-hall. El Chansonia es súbitamente “tomado” y cerrado por Galapiat (Bernard - Pierre Donnadieu), quien representa al fascismo; pero los ex trabajadores del teatro, liderados por Pigoil (Gérard Jugnot), Jacky Jacquet (Kad Merad) y Milou (Clovis Cornillac) –tres amigos de tablas–, deciden resucitarlo contra viento y marea.

Las claves de fotografía e iluminación claro obscuras, las texturas cenizas, ligeramente sepias, y una excelente banda sonora que emana constantemente una fragancia romántica del teatro y de las calles de Faubourg nos hacen testigos del esfuerzo de Pigoil por salir adelante, un personaje con vaivenes y depresiones que representa a un padre cuya familia ha sido fragmentada, pero que apuesta el cien por ciento de su historia de vida por la dirección del teatro.

Un guión que, sin ser ambicioso para el contexto sociopolítico, narra en forma simple y amena las historias que se cuentan detrás del telón del Chansonia. Romance, drama y comedia se combinan para matizar una atmósfera con un cierto tinte depresivo, y que al mismo tiempo busca constantemente iluminarse de color, amistad, amor, dulzura, y brillo. Por ello, el personaje delicado, y a la vez valiente, de Douce (Nora Arnezeder), la joven cantante, atracción principal del show, es la pieza clave que desata los éxitos y fracasos del proyecto, y además las pasiones desenfrenadas del maduro Galapiat, quien lucha hasta el cansancio por ella contra el revolucionario Milou, personaje belicoso que representa al proletariado vigilante ante cualquier amenaza fascista.

Milou, Pigoil, Jacky y Galapiat, desde su propia caracterización, aportan constantemente a la historia. Los tres primeros personajes se complementan entre sí en medio de la atmósfera de tensión social; es decir, su amistad se fortalece a pesar de las circunstancias adversas y sacan adelante su proyecto de vida: el Chansonia; mientras que Galapiat, con todas sus artimañas y cambalaches para desbaratar los planes de los tres amigos, es el incentivo para que ellos se aferren aun más a sus sueños.

Milagros Neyra


                                                          (texto publicado en el blog de la Revista Godard )


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